martes, febrero 14, 2006

Xenotrasplantes, una alternativa para controlar la diabetes

Especialistas de la UNAM afirman que la práctica de xenotrasplantes para el tratamiento de la diabetes tipo 1 ha tenido éxito. Un gran porcentaje de pacientes reducen el uso de insulina.

A cinco años de haber iniciado los xenotrasplantes en México, 40 pacientes diabéticos de entre 12 y 15 años han logrado controlar la enfermedad y un 70 por ciento de los enfermos registró disminuciones en los requerimientos de insulina, explicó a Crónica Rafael Valdés González-Salas, líder del proyecto. En el año 2000 un grupo de médicos de la UNAM y del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” iniciaron un ensayo clínico con 22 pacientes afectados por la diabetes tipo 1, en el que por medio de un dispositivo creado en la Facultad de Medicina de la universidad implantaron células de cerdo en los páncreas de los enfermos para mejorar su salud. Hace once años Alma Teresa Pérez Alejandre fue diagnosticada con diabetes tipo 1, durante la evolución de su enfermedad, la joven llegó a inyectarse insulina hasta seis veces al día. A cuatro años de su trasplante sólo tiene que aplicarse una dosis. “Antes de la operación, en el año 2002, ya presentaba proteínas en la orina, lo que indica el comienzo de un daño renal, después de que se me implantaron las células de cerdo en el páncreas, esas proteínas desaparecieron, ahora no tengo riesgo alguno”, aseguró Alma. “Cuando era niña escuchaba muchas historias a mi alrededor, como que la insulina te dejaba ciego y que esas cosas eran la muerte”, dijo. “Ahora, después de los xenotrasplantes me siento muy bien, es una oportunidad que nunca cambiaría. A mi me atendían en el Hospital Infantil de México y así fue como llegué hasta aquí, en mi familia ya había enfermos diabéticos así que en mi caso fue genético, ahora después del tercer implante me tengo que inyectar insulina, por ahora no tengo nada” señaló Alma. En varios casos, dijo Valdés “los pacientes ya presentaban daños severos como problemas en el riñón que después del procedimiento desaparecieron”. Además, precisó que “los xenotrasplantes son altamente seguros, dado que ningún paciente ha presentado complicaciones de cualquier tipo, como infecciones, intolerancia a las células o al material del dispositivo, por lo que fue recientemente reconocido por la Secretaría de Salud como un procedimiento clínico”. Valdés González-Salas abundó que a los pacientes diabéticos sometidos a un xenotrasplante se les trasplantan células del páncreas provenientes de cerdos de aproximadamente siete días de nacido, los cuales han sido criados en condiciones controladas para asegurar que están libres de cualquier agente patógeno. Las células extraídas, detalló, son purificadas en islotes donde permanecen por 48 horas, antes de ser introducidas en un dispositivo que desarrolló la UNAM, que consiste en un tubo de malla de acero inoxidable con forma de un cigarrillo con dos tapones, y un embolo de propileno. Este dispositivo con tales características fue creado por el propio Valdés para que sea insertado bajo de la piel del abdomen del paciente, con el fin de que se liberen gradualmente las células y puedan producir la insulina que le hace falta al enfermo. Valdés González-Salas aseguró que esta técnica entre una de las ventajas que tiene es que su costo es el más económico en comparación con otros procedimientos como los alotrasplantes, que son trasplantes de tejido o células entre individuos de una misma especie, el cual alcanza un costo de 200 mil dólares en comparación con los 300 mil pesos que cuesta el trasplante de células de cerdo. Indicó que en el caso de los alotrasplantes, técnica desarrollada en Canadá, es necesario de dos a tres páncreas para obtener la dosis mínima que se requiere para el trasplante, además el implante se realiza en el hígado a través de la vena porta, lo cual puede provocar hemorragias o sangrado. Adicionalmente, el uso de inmunosupresores origina costos adicionales que de hasta cuatro mil dólares mensuales por paciente, y el beneficio de independencia de insulina exógena se obtiene en el 50 por ciento de los casos solamente por un año. En tanto, señaló el especialista universitario, los xenotrasplantes tienen la ventaja de que al ser tejidos de animales, en este caso de cerdos, no hay problema de falta de donadores, pues en la actualidad, aún en países con alta tasa de donación como Estados Unidos, sólo un 15 por ciento de los pacientes en espera de un órgano llegan a conseguirlo. Adicionalmente, comentó, los pacientes que se someten a un xenotrasplante no necesitan de inmunosupresores y las células que le son trasplantadas del cerdo no sólo son útiles para segregar insulina, sino algunas otras sustancias como glucagón, que ayuda a controlar y metabolizar los carbohidratos. En México mueren 62 mil diabéticos al año En México, la diabetes mata a 62 mil personas por año, y se gastan más de 21 mil millones de dólares para atender las enfermedades derivadas de ésta, los xenotrasplantes son una opción desde hace 5 años, son procedimientos donde una tejido de una especie (cerdo) se implanta en otra (humano). Los xenotrasplantes han demostrado tener ventajas ante otros tratamientos para la diabetes como los alotrasplantes que se hacen con tejido de cadáver humano ya que estos requieren de 2 a 3 páncreas para obtener la cantidad necesaria de islotes para un individuo promedio, además de que ya que el implante se lleva a cabo en el hígado se pueden provocar hemorragias o daño hepático irreversible. En los xenotrasplante en los que nuestro país es pionero se evita el uso de medicamentos inmunosupresores que llegan acostar hasta 4 mil dólares mensuales y por los que además se corre el riesgo de padecer infecciones y cáncer. Adicionalmente, el uso de la insulina se evita en el 50 por ciento de los casos, además de que otros países como Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda, Francia, Rusia y China donde han demostrado su efectividad.

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