miércoles, febrero 15, 2006

Aumenta el número de niños diabéticos en E.U.

Investigadores de la Universidad de Michigan calcularon que en territorio estadounidense tan sólo se han contabilizado a 229,000 niños diabéticos.

Los niños obesos tienen el doble de posibilidades de padecer diabetes que niños de peso normal, según un estudio del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan.
La investigación, que será publicada en la edición de febrero de Diabetes Care, es el informe más reciente a nivel nacional sobre la generalización de niños con diabetes. El estudio reveló que más de 229,000 niños---aproximadamente 3.2 casos por cada 1,000 niños estadounidenses menores de 18 años---padecen de diabetes. Un tercio de estos niños son obesos.
El estudio fue realizado por investigadores de la Unidad de Evaluación de Investigación Pediátrica del Hospital de Niños C.S. Mott de la Universidad de Michigan. El informe está basado en información del Sondeo Nacional de Salud Infantil (National Survey of Children's Health, NSCH), auspiciado por la Oficina de Salud Maternal e Infantil, el Centro Nacional para Estadísticas de Salud y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Mientras la obesidad infantil continúa en aumento en EEUU, también crece la preocupación de que cada vez más niños desarrollarán diabetes antes de finalizar la Escuela Secundaria.
El tratamiento para la población infantil que sufre una combinación de obesidad y diabetes colocará una mayor presión en el sistema de salud, según el investigador Joyce Lee, de la división de endocrinología pediátrica de la U de M.
"Entre los niños de edad escolar, los que son obesos tienen más de el doble de posibilidades de padecer diabetes, en comparación con niños de peso normal", precisa Lee.
"El gran número de niños con diabetes en los EEUU y el potencial de aumento de niños que padecerán diabetes por la pandemia de la obesidad, tiene serias consecuencias sobre la forma en que recibirán cuidados de salud ahora y después, al ser adultos".
Para el estudio, Lee y sus colegas utilizaron información reunida por entrevistas realizadas por el NSCH con los padres y apoderados de 102,353 niños entre Enero del 2003 hasta Julio del 2004.
Los niños fueron agrupados en tres categorías según el índice de masa corporal (IMC): Sin sobrepeso, con sobrepeso y obesos. El índice de masa corporal fue calculado con la información sobre altura y peso del niño, entregadas por los padres o apoderados.
Niños con IMC sobre el 85% para su edad y sexo se consideran con sobrepeso, mientras que los que tienen más de un 95% de IMC son considerados obesos. Por ejemplo un niño de 10 años, con altura promedio sería definido como obeso, si su peso es de de 101 libras o más, según Lee.
La información entregó evidencia sobre la relación entre obesidad infantil y diabetes. El estudio reveló que niños entre los 6 y los 11 años y entre 12 y los 17 años, que eran obesos tenían dos veces más posibilidades de desarrollar diabetes, que niños de su misma edad de peso normal.
La investigación estima que hay alrededor de 229,240 niños con diabetes a nivel nacional. La generalización de diabetes fue más alta entre niños mayores y la enfermedad es más común entre niños blancos no hispanos, que entre niños negros no hispanos o niños hispanos.
Usualmente se relaciona la diabetes del tipo 2 con la obesidad, sin embargo en este estudio no se distinguió entre los dos tipos de diabetes.
Los resultados apuntan a la necesidad de la elaboración de estrategias de salud públicas para reducir la obesidad infantil y el número de niños con diabetes, dice Lee.
"Esta información preocupa, especialmente por la escasez nacional de especialistas de diabetes infantil", señala Lee. "Desde una perspectiva clínica, de salud pública y de recursos de salud, necesitamos enfrentar la obesidad infantil y ayudar a reducir la presión que producirá la diabetes en EEUU".
Además de Lee, trabajaron en la investigación Melissa L. McPheeters y James G. Gurney, de la Unidad de Evaluación de Investigación Pediátrica del Hospital de Niños C.S. Mott de la Universidad de Michigan; William H. Herman, del Departamento de medicina Interna de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y del Departamento de Epidemología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.

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