De entre las enfermedades degenerativas provocadas por la obesidad, las renales son las de mayor incidencia.
El exceso de peso (que en España afecta a uno de cada dos adultos), el tabaquismo y la diabetes favorecen la aparición de enfermedádes cardiovasculares, óseas, respiratorias, digestivas y renales. Según especialistas de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), la prevalencia de diabetes e hipertensión arterial aumenta de forma paralela con la obesidad y éstos son factores determinantes que producen enfermedades renales. Pablo Gómez Fernández, nefrólogo y responsable de la Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital de Jerez de la Frontera, señala que "enfermedades que inicialmente sólo afectan al riñón tienen una evolución menos favorable cuando aparecen en personas obesas".
El aumento del peso corporal puede promover la aparición de enfermedad renal crónica por diversos mecanismos. Por un lado, los riñones de las personas obesas están sometidos a una excesiva carga circulatoria que favorece la pérdida de proteínas por la orina y, a medio y largo plazo, insuficiencia renal. Por otro lado, el exceso de peso se acompaña con frecuencia de alteraciones del metabolismo de la glucosa, de los lípidos de la sangre, de diabetes y de un aumento de la presión arterial.
Para reducir estos factores de riesgo Gómez Fernández recomienda seguir unos hábitos de vida saludables: "Es fundamental suprimir el tabaco, evitar el sedentarismo, hacer ejercicio físico diario y recuperar los sanos hábitos alimenticios". Además, este nefrólogo apunta la importancia de seguir estas medidas preventivas desde la infancia, lo que disminuirá el número de personas con problemas vinculados a la obesidad, entre ellos, la enfermedad renal.
El aumento del peso corporal puede promover la aparición de enfermedad renal crónica por diversos mecanismos. Por un lado, los riñones de las personas obesas están sometidos a una excesiva carga circulatoria que favorece la pérdida de proteínas por la orina y, a medio y largo plazo, insuficiencia renal. Por otro lado, el exceso de peso se acompaña con frecuencia de alteraciones del metabolismo de la glucosa, de los lípidos de la sangre, de diabetes y de un aumento de la presión arterial.
Para reducir estos factores de riesgo Gómez Fernández recomienda seguir unos hábitos de vida saludables: "Es fundamental suprimir el tabaco, evitar el sedentarismo, hacer ejercicio físico diario y recuperar los sanos hábitos alimenticios". Además, este nefrólogo apunta la importancia de seguir estas medidas preventivas desde la infancia, lo que disminuirá el número de personas con problemas vinculados a la obesidad, entre ellos, la enfermedad renal.
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