Con la llegada del nuevo siglo, la investigación médica de punta abre las puertas a la sustitución de órganos y miembros a través de una nueva técnica: la regeneración de tejidos, la cual haría obsoleta la donación de órganos y representaría una alternativa ante los conflictos éticos de la clonación terapéutica.Tras 30 años de experimentación, la regeneración de tejidos es una realidad en México y sólo un científico mexicano desarrolla y aplica esta disciplina en el país. El doctor Daniel Ascencio González, tutor del programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas Odontológicas y de la Salud en la UNAM asegura, en entrevista con Milenio Diario, que la ingeniería tisular –denominación técnica de la regeneración de tejidos– “es la medicina del siglo XXI”.
A través del método de reconstitución de tejidos, se disminuiría la amputación de extremidades y se evitaría la sustitución de órganos vitales en trasplantes, que actualmente tienen un costo muy elevado para los pacientes, las instituciones de salud pública y los gobiernos federal y estatales.
Admitiendo que la tecnología está en plena infancia, el doctor González asegura que la ingeniería tisular podría solucionarse de forma sustancial los daños de enfermedades congénitas, traumáticas o degenerativas, como la Diabetes.
En la ingeniería de tejidos se conjuntan disciplinas como la biología molecular y celular, los biomateriales, la ingeniería química, la bioquímica, la robótica, las ciencias genómicas, para organizar un proceso biológico que puede pasar del laboratorio a la cama del paciente.La posibilidad de regenerar piel, hueso, cartílago y de órganos vitales como corazón, hígado, páncreas, entre otros, daría al hombre hasta cierto punto capacidades parecidas a las de animales como la salamandra, capaz de recuperar tejidos y hasta extremidades.
El experto explica que el cuerpo humano repara tejidos de manera burda, formalizando una cicatriz fibrosa que no tiene propiedaes anatómicas, fisiológicas ni bioquímicas; en cambio, la regeneración busca lograr las propiedades activas de un tejido idéntico al normal u original.
Ascencio González dijo que la técnica parte de obtener células de un donador y luego provocar su proliferación in vitro, pero sobre una estructura que permita su crecimiento tridimensional, para que puedan llegar a tener vasos sanguíneos.En el proceso se usan biomoléculas o factores de crecimiento que ayudan a conformar un tejido que podrá ser reintegrado al cuerpo del paciente que lo recibirá.
Lla ingeniería tisular ya ha sido aplicada en México por el doctor González, en el 2001 le canalizaron un paciente de 85 años con diabetes tipo 2. “Era un adulto mayor, hipertenso, que anteriormente había sido amputado del otro miembro”.La única opción que le esperaba al paciente, de acuerdo con el diagnóstico de otros doctores y especialistas, era la amputación; la ulcera en el pie del diabético presentaba una dimensión de seis por cuatro centímetros.Pero el experto, seguro de la aplicación de la nueva alternativa médica, decidió quitar el tejido muerto, y aplicar la ingeniería tisular. Dos meses después, el paciente salvó su pierna al regenerársele el tejido.
VGC
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