La desregulación de la glucemia dentro de las personas que padecen diabetes, desequilibra el metabolismo oxidativo de los carbohidratos, y con ello se incrementa la concentración de radicales libres, ocasionando lesiones celulares.
A pesar de que los radicales libres son causantes de la oxidación de las células y de diversos procesos degenerativos, éstos son generados constantemente por causas naturales del metabolismo oxidativo. Por ello, nuestro organismo tiene sistemas de defensa para mantener los niveles de radicales libres bajo control; pero la oxidación se ve aumentada a causa de diferentes enfermedades, entre ellas la diabetes.
Se usa el término diabetes para referirse a la condición conocida como diabetes mellitus, una combinación de latín y griego que significa “sifón de miel”, porque la orina del diabético tiene una alta concentración de azúcar que implica la desregulación de la glucemia, o sea, la concentración de glucosa en la sangre, la alteración de la disponibilidad celular de glucosa y por lo tanto del metabolismo oxidativo .
Por lo general, cuando existe un desorden del metabolismo de los azúcares o carbohidratos causado por una falta de producción de la hormona insulina o por una incapacidad del páncreas que regula el nivel de azúcar en la sangre, la diabetes hace que los carbohidratos no puedan ser utilizados por el organismo para producir energía.Como resultado, estos se acumulan en la sangre y a esto se le conoce como hiperglucemia, la cual puede ser causante de numerosos problemas de salud tales como enfermedades de los riñones, pérdida de la visión y problemas vasculares y cardiacos. Por su parte, los desajustes en el metabolismo oxidativo lo hacen proclive a tener “fugas” de radicales libres, que causan daño celular.
Una molécula que permite la vaso-relajación, llamada óxido nítrico, es particularmente susceptible al daño oxidativo; a menor óxido nítrico, mayor presión arterial. Esta es una de las causas de que el diabético pueda también sufrir hipertensión. Es sabido que los niveles de vitaminas antioxidantes, como la vitamina E, en la sangre del diabético, son inferiores a las de una persona sana, porque las usa más para “neutralizar” los radicales libres que se generan por su metabolismo desajustado.
Para efectos preventivos es muy difícil obtener las dosis necesarias ya que una cucharada de germen de trigo supone apenas unas 25 UI (unos 17 mg). Según algunos expertos, para que esta vitamina tenga un efecto preventivo recomiendan tomar dosis de 400 mg diarias de vitamina E. Para llegar a estas dosis es preciso recurrir a suplementos vitamínicos. Gelcaps, empresa comprometida con la salud en general, posee este complemento vitamínico que ayuda en el tratamiento y prevención de enfermedades provocadas por la oxidación de las células, recomendando su consumo a la población en general . BUREAUDEPRENSA//
VGC
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