La Fundación Mexicana del Riñón, en el marco del primer Día Mundial del Riñón, aseguró que según estudios recientes, uno de cada nueve individuos aparentemente sanos presenta algún tipo de daño.
La expresión más grave de enfermedad es la insuficiencia renal crónica, de la que cada año se diagnostican 35 mil nuevos casos en México y representa la principal causa de hospitalización, según información de la Secretaría de Salud (Ssa).
El grupo poblacional más afectado, con 55 por ciento de los casos, es el que tiene 60 o más años de edad. Implica una marcada reducción de la expectativa de vida y en pacientes diabéticos el riesgo de muerte se duplica respecto a las personas sanas. Una vez que se diagnostica el padecimiento, el promedio de vida a cinco años es de menos de 25 por ciento, además de que se incrementa la prevalencia de infarto agudo al miocardio y el número de días de hospitalización.
La afección del riñón derivada de la alteración de los niveles de glucosa en la sangre es la causa más frecuente de insuficiencia renal crónica en el mundo occidental, México incluido. De hecho, detallan los datos de la Ssa, entre los adultos mexicanos el deterioro renal provocado por la diabetes es la principal causa de la insuficiencia renal crónica.
A escala mundial, los antecedentes de diabetes están presentes en 30 a 45 por ciento de los casos de nefropatía.
Esta problemática condiciona el incremento progresivo de pacientes en diálisis, los cuales requerirán de un trasplante renal. Además, el padecimiento favorece el incremento de complicaciones asociadas, que a su vez, propicia una mayor morbi-mortalidad de los pacientes.
La insuficiencia renal crónica es la pérdida lenta, progresiva e irreversible de la capacidad del riñón para filtrar los líquidos (filtrado glomerular). Generalmente la afección no presenta ningún síntoma sino hasta que la función desciende por debajo de 10 mililitros por minuto (ml/min); es entonces cuando aparecen las manifestaciones de la alteración en las actividades bioquímicas y fisiológicas del organismo.
Médicos especialistas en el tema destacaron que padecimientos como la diabetes, la hipertensión arterial e inclusive la obesidad -como precursora de los dos primeros padecimientos- están directamente relacionados con la insuficiencia renal crónica, e insistieron en la necesidad de prevenir estos males con un cambio en los hábitos alimenticios que favorezca el consumo de frutas y verduras, y la realización de ejercicio físico.
En virtud de la problemática que actualmente representa la insuficiencia renal crónica, la Federación Internacional de Fundaciones Renales y la Sociedad Internacional de Nefrología impulsaron el Día Mundial del Riñón, que se celebró el viernes pasado.
El objetivo, señalaron ambos organismos, es incrementar el conocimiento sobre las enfermedades renales y sus asociados índices de mortalidad, así como atraer la atención hacia la necesidad urgente de una detección temprana y la prevención de males crónicos e irreversibles. Publicó La Jornada.
El grupo poblacional más afectado, con 55 por ciento de los casos, es el que tiene 60 o más años de edad. Implica una marcada reducción de la expectativa de vida y en pacientes diabéticos el riesgo de muerte se duplica respecto a las personas sanas. Una vez que se diagnostica el padecimiento, el promedio de vida a cinco años es de menos de 25 por ciento, además de que se incrementa la prevalencia de infarto agudo al miocardio y el número de días de hospitalización.
La afección del riñón derivada de la alteración de los niveles de glucosa en la sangre es la causa más frecuente de insuficiencia renal crónica en el mundo occidental, México incluido. De hecho, detallan los datos de la Ssa, entre los adultos mexicanos el deterioro renal provocado por la diabetes es la principal causa de la insuficiencia renal crónica.
A escala mundial, los antecedentes de diabetes están presentes en 30 a 45 por ciento de los casos de nefropatía.
Esta problemática condiciona el incremento progresivo de pacientes en diálisis, los cuales requerirán de un trasplante renal. Además, el padecimiento favorece el incremento de complicaciones asociadas, que a su vez, propicia una mayor morbi-mortalidad de los pacientes.
La insuficiencia renal crónica es la pérdida lenta, progresiva e irreversible de la capacidad del riñón para filtrar los líquidos (filtrado glomerular). Generalmente la afección no presenta ningún síntoma sino hasta que la función desciende por debajo de 10 mililitros por minuto (ml/min); es entonces cuando aparecen las manifestaciones de la alteración en las actividades bioquímicas y fisiológicas del organismo.
Médicos especialistas en el tema destacaron que padecimientos como la diabetes, la hipertensión arterial e inclusive la obesidad -como precursora de los dos primeros padecimientos- están directamente relacionados con la insuficiencia renal crónica, e insistieron en la necesidad de prevenir estos males con un cambio en los hábitos alimenticios que favorezca el consumo de frutas y verduras, y la realización de ejercicio físico.
En virtud de la problemática que actualmente representa la insuficiencia renal crónica, la Federación Internacional de Fundaciones Renales y la Sociedad Internacional de Nefrología impulsaron el Día Mundial del Riñón, que se celebró el viernes pasado.
El objetivo, señalaron ambos organismos, es incrementar el conocimiento sobre las enfermedades renales y sus asociados índices de mortalidad, así como atraer la atención hacia la necesidad urgente de una detección temprana y la prevención de males crónicos e irreversibles. Publicó La Jornada.
VGC
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