El día de ayer el periódico El Sentinela, publicado en la ciudad de Orlando, Florida, emitió una información relacionada con las mujeres hispanas con diabetes, las cuales tienen una muy marcada propensión a caer en fuertes etapas de depresión.
En un estudio realizado en la localidad de Tucson, Arizona, por la doctora Melinda Haun, coordinadora de "Clínicas con Corazón" -programa que asiste a diabéticos en Douglas, Arizona-, se descubrió que mientras la depresión es común entre personas de todas las edades y razas, hay ciertos grupos más propensos que otros a padecer de diabetes. Más de 18 millones de estadounidenses tienen diabetes, la sexta causa de muerte en Estados Unidos, y que cada año se cobra la vida de más de 200.000 personas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El 8,2 por ciento de todas las personas hispanas o latinas, de veinte años en adelante, padece la enfermedad. En promedio, los hispanos tienen una probabilidad 1,5 veces mayor de tener diabetes que los blancos no hispanos de edad similar. Y entre los méxico-americanos las probabilidades son más del doble que los blancos no hispanos de edad similar. "En Douglas tenemos el porcentaje más alto de hispanos que padecen de diabetes en toda la frontera entre Arizona y México", dijo Haun, que estima que el 14 por ciento de todos los adultos de esta localidad sufre la enfermedad. Pero fue un estudio del año pasado el que disparó la alarma de los especialistas, ya que el 87 por ciento de las pacientes latinas del Centro de Salud de la Comunidad Chiricahua que había sido diagnosticada con diabetes, presentaba síntomas de depresión. "La depresión es un problema mental que en general afecta más a las mujeres que a los hombres", explicó Haun. Agregó que en este estudio se concentraron en las mujeres latinas porque todavía falta mucho por aprender acerca de este segmento de la comunidad. Una de las primeras características que notaron en el estudio es que al romper la relación "sentimental" entre la comida y las mujeres, éstas tienden a correr más riesgos de padecer depresión. "Lo mismo sucede con personas que son obligadas a bajar de peso, o cambiar drásticamente su régimen alimenticio", sostuvo la educadora. Señaló que aquellas mujeres que no pueden superar los cambios en la alimentación -como consecuencia de la enfermedad- tienden a subir de peso, por lo que los médicos que las atienden deben estar atentos a estos factores. "El hecho de saber que padecen diabetes es un factor que las lleva a la depresión, especialmente el temor al futuro y las consecuencias si no se atienden correctamente la enfermedad", sostuvo Haun. Especialmente si son mujeres que han visto en otros familiares los estragos que puede causar la diabetes, como son las enfermedades de los riñones, hígado y la pérdida de visión. Indicó que muchas veces la depresión entre las mujeres hispanas que padecen de diabetes se manifiesta como un estado de confusión, que no saben qué hacer, por lo que es fundamental que cuenten con el apoyo de sus familiares y amigos. "Este puede ser un período muy crítico porque inclusive pueden llegar a olvidar que tienen que tomar sus medicamentos", dijo la especialista. Como parte del programa de educación de "Las Clínicas del Corazón", cada vez que una paciente viene a su consulta médica, la enfermera o la promotora habla con ellas, haciéndole sencillas preguntas que pueden revelar si la paciente sufre de depresión. "Si a una mujer hispana le preguntamos si sufre de depresión de inmediato nos va a decir que no. Pero si le preguntamos que tipo de problemas tiene o temores, tenemos una respuesta mas amplia", finalizó Haun.
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