La revista New England Journal of Medicine publicó un estudio realizado con un total de 1.441 pacientes que padecían diabetes tipo 1 y que fueron sometidos, por un lado a un control estricto, y por otro a uno convencional.
Estos pacientes fueron tratados así durante una media de seis y medio años elegidos entre 1983 y 1993. El 93% de estos pacientes fueron seguidos hasta febrero del 2005. Los autores evaluaron la presencia de cardiopatía isquémica aguda e infartos cerebrales.
A lo largo de los 17 años de seguimiento se registraron un total de 46 episodios de enfermedad cardiovascular en 31 de los pacientes sometidos a control estricto de la enfermedad.
En el grupo de control estándar se detectaron un total de 92 episodios de patologías cardiovasculares en 52 pacientes. Traducido en porcentajes, podría decirse que el riesgo de sufrir infarto de miocardio no fatal, infarto cerebral o muerte de origen cardiovascular podría reducirse en un 57% con el control estricto de la diabetes.Estos pacientes fueron tratados así durante una media de seis y medio años elegidos entre 1983 y 1993. El 93% de estos pacientes fueron seguidos hasta febrero del 2005. Los autores evaluaron la presencia de cardiopatía isquémica aguda e infartos cerebrales.
A lo largo de los 17 años de seguimiento se registraron un total de 46 episodios de enfermedad cardiovascular en 31 de los pacientes sometidos a control estricto de la enfermedad.
En términos generales, los investigadores del estudio, denominado EDICS (Epidemiology of Diabetes Interventions and Complications Study), concluyen que el control estricto de la glucemia a largo plazo es beneficioso en la reducción del riesgo cardiovascular en pacientes con Diabetes tipo I.
VGC
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