lunes, enero 30, 2006

Crearán celulas pancreáticas a corto plazo

Investigadores del Hospital "Churchill" de Oxford, Inglaterra planean perfeccionar la técnica para el trasplante de células pancréaticas humanas a pacientes con diabetes tipo 1.


Las células transplantadas, dicen los científicos, permiten a los enfermos producir su propia insulina, a fin de regular sus niveles de azúcar en la sangre, tal como hace el organismo de los no diabéticos. Los especialistas esperan que este nuevo tratamiento termine con la necesidad del uso diario de inslulina.
La técnica, de la cual fue pionera la Universidad de Oxford y que recientemente fue optimizada por investigadores de la Universidad de Edmonton, Canadá, consiste en remover grupos de células conocidos como "islotes" del páncreas donado, en condiciones de alta esterilidad. Dichas células son inyectadas directamente en el hígado del paciente, en lo que resulta un procedimiento bastante simple.
Comúnmente, quienes padecen diabetes tipo 1 deben inyectarse insulina de manera regular para evitar los síntomas de la enfermedad, sin embargo, dicho tratamiento no previene necesariamente la aparición de complicaciones serias en la edad adulta, tales como ceguera, falla renal o enfermedades cardiacas.
De manera alternativa, los enfermos pueden someterse a un trasplante pancreático total, que ha probado ser muy exitoso en adultos, pero que, desafortunadamente, implica una cirugía mayor no apta para ser practicada en infantes.
Para Paul Johnson, director del proyecto de investigación, "la ventaja real del trasplante de islotes estriba en que en el futuro esperamos poder prevenir el uso de inyecciones diarias de inslulina en niños. Asimismo, en el largo plazo creemos que, al revertir el proceso de la diabetes, se podrán eliminar secuelas de esta enfermedad tales como ceguera y falla renal".
Sin embargo, en este momento el trasplante de células requiere acompañarse de dosis elevadas de drogas antirrechazo, mismas que representan diversos riesgos para los infantes, de ahí que antes de probar la técnica en menores se requiere desarrollar un procedimiento que no necesite la aplicación de ninguna droga.
Las pruebas de trasplante se llevan a cabo en las instalaciones del Centro para la Diabetes, Endocrinología y Metabolismo de Oxford, donde una de las claves del éxito se focalizan en excepcionales niveles de limpieza. Para tal cometido, el personal debe pasar a través de cuartos progresivamente limpios hasta llegar a uno totalmente aséptico.
El trasplante de islotes pancreáticos promete ser una alternativa viable para evitar que los pacientes diabéticos, particularmente los niños, deban estar "esclavizados" a las inyecciones diarias de insulina, pues en algunos de ellos comienza la aplicación de las mismas a los pocos meses de haber nacido.
Además de los avances conseguidos en materia de transplantes de células, Johnson dijo que "la investigación ayudará también a los científicos a comprender mejor las causas de la diabetes y a dar un paso hacia una cura definitiva para la misma."

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